Mi lado dominante

Había sido otro día más de ser sólo un lado de sus múltiples facetas. Entra, cierra la puerta, se detiene, respira profundamente. Cierra los ojos abriendo las puertas y ventanas a su otro lado, ese que grita, azota, doblega, los lleva a su límite y trae de vuelta. Sabe que este lado suyo debe ocultarlo a excepción de la persona adecuada. ¿Quién es la persona adecuada? ¿Y si nunca llega? ¿y si son todos los adecuados?. Hoy cree haber encontrado a uno. Años de tabú tomaron un costo en ella y su personalidad, un costo que goce tras goce, sudor tras sudor, fue limpiando, borrando, exorcizando, hasta dejar su su real naturaleza a la vista, a su vista. Puede ser un ángel, amiga, terapeuta, consejera, un amor, filántropa, altruista. Pero a la vez ser perversa, dominante, controladora, que goza de la tortura con consentimiento. Si, esa la única regla: El consentimiento. Ese concepto que si no se respeta arrastra todo a el carajo. ...