Mi regalo de aniversario



Entro al departamento, todo en silencio y oscuro. 

Ha sido un día muy agotador mentalmente hablando, que bueno llegar a casa.

 Cierro la puerta y tras ella un silencio profundo, dejando ese golpe como el golpe tras la sentencia del martillo de un juez. 

 Siento una mano en mi hombro y reconozco tu olor. 

 "Desvístete" me susurras al oído.

 Sin cuestionar, me despojo de mi ropa quedando solo en ropa interior. Ya mis ojos acostumbrándose a la penumbra pueden notar tu silueta gracias a la luz que se cuela entre las cortinas de las ventanas del living.

Tus manos me giran y con una venda cubren mis ojos. Mi corazón se acelera ante tan excitante propuesta.

 Me llevas hasta la mesa de comedor y me inclinas sobre ella llevando mis manos hacia adelante, como buscando alcanzar el borde. Suavemente me quitas mi calzón y besas mi trasero. 

 Cada caricia, cada beso, cada sensación se magnifica por mil al no tener el sentido de la vista. Siento cada trazo de las yemas de tus dedos sobre mi cuerpo, sintiendo como recorres mi espalda, el recorrido hacia mi cuello para llegar finalmente a mi cabello.  Siento la presión de tu cuerpo desnudo contra el mío, logrando sentir tu excitación. 

 Te agarras de mi pelo como jinete de las riendas de su caballo y cuando ya pensaba que venía tu penetración siento una boca en mi clítoris.  Pego un pequeño salto ante la sorpresa, pensé que estábamos solos, que era un juego de dos.

 Esa boca magistralmente me humedece y saborea completa. Esa lengua que juega con mi clítoris suavemente y inmediatamente siento lentamente recorrer mi cuerpo un liquido aceitoso llegando hasta mi trasero continuando su recorrido por mi intimidad hasta llegar a la boca de nuestro nuevo integrante, a lo que él se encarga que nada llegue al piso, lamiendo suavemente el liquido de mi intimidad, tan suave y lentamente que me lleva a una excitación sin precedentes.

 Nuevamente cae ese lubricante por mi espalda y tu dedo se humedece en él para llevarlo dentro de mi ano primero rodeando suavemente el área, para luego penetrarlo con tu dedo y poco a poco incorporando un segundo dedo, para luego llevarlos cada vez más profundo.

 Nuestro nuevo integrante no para de darme placer oral, esa mezcla me lleva casi al éxtasis, hace mi cuerpo contorsionarse casi convulsivamente, llevándome a casi rogarte que me claves con tu espada mi ya muy dilatado ano.

 Como si leyeras mi mente me penetras con tu erecto pene ese lubricado ano, primero suavemente como dándome una tregua para luego aumentar mas y mas la intensidad.

 Se detiene sin aviso el placer oral, para sorpresivamente sentir en mi boca un miembro muy duro a lo que simplemente me entrego y complazco. Al mismo tiempo ambos me penetran una y otra vez, en un sincronizado baile y de repente siento un nuevo par de manos en mi espalda. "¿Un tercero?" pienso con asombro, timidez  y excitación.

 Me tomas y con mis piernas abrazando tu cintura, te sientas en el sofá y reclinas tu cuerpo para penetrarme esta vez por mi vagina.

Tus brazos me recorren familiarmente, para luego un nuevo par de brazos nuevos toman mi cara y me llenan la boca con un grueso miembro.

 Mis manos apoyadas en el brazo del sofá  al parecer invitan a un tercer par de brazos que se apoyan en mi espalda, la recorren completa bajando hasta penetrar mi ano con su dedo mientras tú, mi hombre, no paras de llevarme contra ti una y otra vez.  Finalmente ese tercer hombre penetra mi ano sin dejar yo de saborear ese delicioso miembro en mi boca. "¡Mi fantasía hecha realidad!

 Que delicia de doble, triple placer, que  excitación mas increíble. 

 Finalmente en un acto de piedad me despojas de mi venda y para mi sorpresa te veo sentado en la silla mirando como estos tres desconocidos me hacen suya simultáneamente una y otra vez mientras tú te masturbas frente a esta escena.

 

¡Cambio! gritas autoritario y todos se retiran.

 

Entra una bella y voluptuosa mujer, lo noto por las sombras que genera la tenue luz de las velas. Toma mi cintura  y me besa.  Que labios más suaves y que piel más deliciosa. Me entrego completamente a tus instrucciones mi señor.

 La beso, acaricio esos exquisitos pechos y succionando esos pezones, lamiendo cada centímetro de su escultural cuerpo. Ella simplemente me permite hacer de ella lo que me plazca ¡Y qué cosas me placen!

 Sus manos van a comprobar mi excitación y luego baja a probar que tan húmeda estoy con su boca.

 Te levantas de la silla y la tomas de la cintura sin que ella se despegue de mi vagina, como si no estuviera dispuesta a ceder tan delicioso manjar.

La acomodas a tu antojo para luego y sin sacarme los ojos de encima, penetrarla una y otra vez. Sin ella dejar de complacerme oralmente, esta escena me lleva a una excitación que me despoja de todos los límites. Ya no pienso, ya no tengo lógica, ya soy una esclava de mi excitación y lo notas.

 

¡Esta lista! gritas.

 

Entran nuevamente los tres hombres, uno que me toma y me lleva contra la pared. Tú te encargas de hacer desaparecer el más mínimo trazo de luz y la penumbra se lleva toda silueta de mis ojos. Me ponen las manos contra  la pared dejándome enfrentada a la pared con sus manos inmovilizando las mías.

 Uno a uno van turnándose los hombres tras de mi penetrándome una y otra vez por donde mejor les parezca. Voy sintiendo la diversidad de grosores, largos  entre uno y otro, mostrándome distintos grados de excitación e intensidad.

 Uno magistralmente me penetra vaginalmente mientras también lo hace su dedo en mi ano llevándome casi instantáneamente al orgasmo.


 Aun sin ver, me dan una tregua y nuevamente siento esos delicados labios en mi clítoris, ¡es ella!


 Me besa como si fuera lo más delicioso que jamás hubiera probado, sus labios son suaves y sus manos recorren mi espalda como asegurando mi cadera e intuyo que su espalda esta contra el muro, encajando su boca en mi clítoris.

 

Nuevamente me embate un nuevo miembro sin ella salir de mi, me penetra una y otra vez analmente mientras mi favorita me entrega placer oral ¿Es posible tanto placer? ¿Cuántos mas vienen después de él?

Un embate detrás de otro, una textura distinta a la anterior, unas manos mas ásperas que otras. Gozando cada embate, cada caricia de mi favorita y se me viene a la mente ¿Dónde estás tú?

 

Finalmente me liberan y mi favorita me lleva al sofá. Donde solo somos nosotras y ya no hay mas embates.

 

Frenéticamente la beso, sintiendo sus deliciosos pechos, su cintura y finalmente llevando mis dedos a penetrarla para comprobar lo húmeda que esta.

 

Decididamente la llevo al otro lado del sofá para ahora yo sumergirme en su intimidad, saboreando su jugo, penetrándola con mi lengua, succionando ese delicioso clítoris.  Pero algo me falta, me levanto y te veo junto con tres hombres mas masturbándote frente a este lésbico cuadro.

¡Penétrame! te ordeno. Cambio de rol.

 

Rápidamente te pones tras de mí  y mientras continúo saboreando a mi favorita siento tu embate una y otra vez, delicioso y duro. Mi favorita ya no puede más de placer y mientras la complazco oralmente mis dedos la penetran simultáneamente vaginal y analmente.

¡Qué interior mas delicioso! No puedo evitar de pensar.

 

La llevo al orgasmo y se retuerce de placer dejando correr ese delicioso líquido de su interior que bebo gustosamente. Al mismo tiempo que tú me acercas cada vez más al clímax. Pero mi atención solo está en gozar, gozar de ti, de ella y de estos extraños, el orgasmo ya no es meta frente a semejante abanico de placeres.

 

Mi favorita se levanta deteniendo tu embate. Me toma en sus brazos y me besa como queriendo sentir su sabor. Nuevamente sólo existimos las dos. Ahora las caricias son suaves y tiernas entre nosotras.

 

Desde el rabillo de mi ojo te veo sentado masturbándote frente a esta escena, sin entender cómo has aguantado tanto tiempo sin acabar.

 

Al ver tu pene, recuerdo que es lo que mi favorita no puede darme y rápidamente me siento sobre tu pene para que me dé ese placer que solo tú sabes darme. Pero después de tanta variedad empiezo a sentir en falta otro estímulo y señalo a uno de los hombres que rapídamente obedece y me penetra analmente mientras tu continuas dentro de mi besando mis pechos.

 Que delicioso sentir. Mi boca se abre y mi lengua sale buscando mi juguete nuevo, a lo que el tercer hombre pone su miembro en mi boca.

Ya no hay tabúes, no hay límites, solo hay placer.

 

Todo se vuelve borroso, sudoroso, caliente y finalmente el placer explota en mi. Un placer sin control, ni volumen y caigo rendida sobre ti, mi hombre.

 

Me miras claramente aun excitado y mi favorita va a complacerte mientras yo tomo distancia y solamente miro este cuadro. Este permitido tabú. ¡Penétrala, fuerte y profundo! ¡Quiero verla gritar de placer!.

 

Ya somos solo los tres en la casa, y bajo mis instrucciones la penetras, fuerte, profundo mientras yo simplemente los contemplo.

 

Agarras sus hermosos pechos con fuerza mientras ella está sentada sobre ti, baila sobre ti, baila ensartada  en ti, mueve esa cadera para llevarte mas y mas adentro de ella. Esos deliciosos pechos siguen su ritmo y me tienen hipnotizada, no puedo ver otra cosa más que ellos.

 

No me resisto mas y tengo que tocarla. Mis manos van inmediatamente a agarrar esos pechos que me llaman, esa espalda que deja deslizar una gota de sudor hasta tu trasero que me invita a penetrarla con mis dedos, mientras mi otra mano toma firmemente tu pecho.

 

Tu espalda se arquea de placer, permitiéndome besar su boca al ella girar su cabeza buscándome.

 

Pero las ganas de mi son mas y se gira para quedar de espalda a ti y de frente a mí. Nuevamente la penetras y ella con sus ojos clavados en mi me llama a masturbarme. No puedo evitarlo, aunque no sé de donde saco tanto placer, tanto aguante.

 

Mi húmedo clítoris grita por los labios de mi favorita, y pareciese que los escuchara porque se arrodilla y obedece el llamado llevando esa maravillosa lengua y labios nuevamente a mi intimidad y tu no paras de clavarla una y otra vez, mas y mas fuerte. Esta escena te vuela la cabeza.

 

Finalmente llegan los dos al orgasmo. Ella se levanta sudorosa, jadeante y me besa, me besa con sabor a mí.

 

Gracias mi amor por este perfecto regalo de aniversario.

 


Comentarios

  1. Un regalo por y para ser regalado en entregas de exquisita lectura, hacerlo sentir aún vivo aun perteneciendo a fantasía o realidad y se confundan como casi inseprables⚘🖤

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