Jugar con Fuego

 




Ducha, maquillaje perfecto, perfume estrategicamente colocado y ahora la ropa: "Falda, sosten y blusa", hoy sin pantaleta me digo. 

Tomo mi maletin y salgo a la coopeativa. 

Un ajetreado dia, cada vez que me muevo disfruto la ausencia de mis pantaletas, esta libertad me excita,  es mi secreto. 

Me saludas y pides que te ayude con un tema en tu computador, me paro a tu lado apoyando mis manos en la mesa.

Mi blusa se aleja de  mi pecho y deja entrever ese sosten de encaje que oculta. 

"Hueles  muy bien" me comentas. 

Solo te  miro, sin mostrar ninguna emoción en mi rostro mas que lo que la mascarilla permite, te cierro un ojo. 

Me alejo, como indica el protocolo y me  siento frente a ti. Cruzo mi piernas sin antes abrirlas un poco. Tus ojos se clavan en mi falda.

Me detengo a ver como te vas encendiendo, como esas llamas suben y suben. Me encanta jugar con fuego. 

Me encanta ser esa chispa que te enciende. Aun que no quieras.

Terminas de retenerme en tu puesto y me retiro.  Se que me ves alejarme. 


Es  hora de almuerzo y nuevamente nos cruzamos.  Me siento a unas mesas de ti, donde instuyo por tu mirada, que ves  mi falda. 

Descuido mis piernas y se abren un poco, lo suficiente para que notes que no traigo pantaletas.  Veo como tragas saliva e intentas calmarte abriendo el cuello de tu camisa.

Me encanta el olor del deseo, mi placer esta en tu tortura. Me encanta jugar con fuego.

Termina el almuerzo y tu no te levantas enseguida. 

 Una avalancha de trabajo y reuniones me saturan el día y no noto cuando se acaba.  Es hora de irme pero me queda al menos media hora maás de trabajo. 

Uno a uno se despiden en la cooperativa, mientras mis dedos siguen sobre el teclado y a ratos el cruce de mis piernas me recueda y excita. ¡Que goce! La osadia me enciende, el secreto, mi secreto me llena de maldad.  

Al fin se van todos y mi mano va a mi pierna, sube mi falda.

Entras y cierras de golpe la puerta. Tus ojos estan grandes, fijos en los mios.

No entiendo nada:"¿Qué pasa? pregunto

No dices nada, te acerca como animal al cazar su presa, me tomas de los brazos  y me levantas. Por un segundo te detienes, me miras, aun sin decir nada y tus ojos vuelven a la normalidad,  pero por solo un segundo.

Me llevas contra el muro, tu pie abre mis piernas, sacas tu mascarilla y estas a centímetros de mi. Jadeas, puedo ver en tus ojos la batalla interna que llevas por dentro en ese momento. Que poder, que goce...

Tus manos recorren mi cintura, suben por mi espalda, ambas al unisono, llegan a  mis escápulas y me aprisionas contra tu pecho. 

Ahora sin quitar tus ojos de mí, tus manos van a mi cuello lo recorres con las puntas de tus dedos y bajas por mis pechos para quedarte un tiempo jugando sobre mi ropa con mis pezones.  Eso me vuelve loca y no lo disimulo. Ya esta claro para donde va todo esto y no voy a pararte. 

Echo mi cabeza hacia atras disfrutando ese placer que me llena, ahora yo me siento en llamas.

Tu mano baja por mi vientre hasta mi falda, la recorre entera y sube por entre mis piernas lentamente, llenandome de una electricidad erótica que me llena de placer.

Sube hasta corroborar que no traigo pantaletas. Estoy espectante de lo que sucedera.

Tu boca va a mi cuello, lo muerde y besa. Sabes el efecto  que eso tiene en mi, puedo sentir como me humedezco con cada toque de tu boca, cada mordida, me humedezco más y más.  Se me  escapa un jadeo, no me interesa discimular, y tu mano toca  mi vicio y  tu dedo se abre paso penetrandome. Te das cuenta lo humeda que estoy. 

"Eric!" se escucha un grito a lo lejos. 

Saltas y te alejas de mi. Te giras y ves que te buscan de la Central. 

Sin decir nada nuevamente, te acercas a la puerta pero te detengo, tomo tu dedo y antes que te vayas chupo mi delicioso sabor aún en tus dedos. 

Respiras profundamente, me miras y dices: "Esto no termina  aquí" y te vas. 

Asi lo espero, pienso, me has dejado muy excitada. 

Te veo salir por la puerta principal hacia la Central. "No va a volver" pienso.  Pero no puedo quedarme así. 

Subo mi falda, sentada en mi  escritorio, hecho mi asiento atras y con mis  dedos  empiezo a mastubarme. Aun no puedo creer lo que hiciste y el solo recordarlo me hace llegar al climax en mi escritorio, pero no puedo gritar y lo  contengo modiendo mi mano. 

Acabo y al mirar hacia el frente, saliendo de mi extasis te veo  parado frente a mi atónito y muy excitado. 

Me tomas,   levantas y sientas sobre el escritorio, bajas tu cierre, te pones un perservativo rápidamente y me penetras. Ahi, sobre mi escritorio, donde fantasee miles de veces. 

Me das duro, fuerte, absolutaente fuera de control. Tus manos van hasta mi cuello y la otra sobre el escritorio. Esa presión en mi cuello, perfecta, me libera, me excita aún mas. Esa presión perfecta es tu timon para controlar tus embistes. 

Siento mi sudor caer por mi espalda en esa calurosa tarde y el tuyo moja mi blusa como gotas de lluvia. 

Te detienes y me miras. Se que no has acabado, es evidente. Estas muy duro.

Corro todo lo que esta sobre  mi mesa,  y me recuesto sobre ella. 

"Buena chica" me celebras.

Metes tus dedos en mi vicio, los llenas de mi humedad para luego penetrar mi  estrechez, lubricar y preparar. 

Finalmente me penetras, pero esta vez por mi ano. Suave primero, agarrandote de mis tetas para entrar. Te agarras de ellas con fuerza y te siento entrar un poco mas. 

Con cada embiste llegas mas profundo y vas tomando mas confianza. 

Ahora tu mano vuelve a tomar el control de mi cuello y la otra vuelve a la mesa, pero esta vez siento en mi espalda su calor. 

Mas y mas fuerte, sin importarnos nada. 

"Eres mia!" decretas con autoridad.

"Si mi señor" sale sin control de mi boca. 

"Asi me gusta" respondes sin parar de embestirme. 

"Voy a acabar, de rodillas" ordenas

Rápidamente obedezco y me arrodillo frente a ti con mi boca abierta. 

Sacas el perservativo, lo llevas a tu bolsillo y tu mano lleva mi cara hacia ese miembro delicioso. Feliz me lo como entero mientras tu mano sobre mi nuca marca el ritmo. 

Ya siento ese pulsar de tu miembro y acabas en mi boca, me llena de ti. Te miro directo a los ojos y sin desperdiciar una gota me trago todo ese placer.

Llevo mis dedos a la comisura de mi boca, para no desperdicar nada chupo de mis dedos.

Me mira atónito, incredulo. "Eres increible, adictiva" me dices. 

"Se  lo que dije, sabía que esto abriría esta caja de pandora, no pude contenerme" te  excusas. 

Llevo mi dedo a tu boca callandote, bajo mi falda, beso tu boca y retomo mis  labores. 

Te vas a tu oficina sin decir  nada. 

A los minutos recibo un texto: "Soy tuyo, no hay retorno, quiero más. Esto solo a comenzado"

No se si es una amenaza, advertencia y declaración de amor.  Me gusta mas la advertencia. 

"Cariño, esto es solo una muestra" te advierto. 

Amo el peligro, soy esa chispa  que enciende la llama. 

"Siempre me ha gustado jugar con fuego" te escribo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

DND (Do not disturb) - No molestar.

El encuentro

Dime que pare...