Átame
Atada en tu cama, vendada suavemente, espero impaciente en tu cama a ti.
Se oye una música muy incitante de fondo, con un volumen adecuado para no ser molesta pero perfecta para oír esa letra con las perversas cosas que me quieres hacer.
Se sienten horas, pero en minutos siento tu presencia frente a mi y oigo que dejas algo en la mesa del velador.
Un aceitoso liquido cae en mi piel de improviso, que mi primera reacción es dar un pequeño salto.
Luego siento tus manos untarlos en todo mi cuerpo, esa textura oleosa permite que las yemas de tus dedos recorran suavemente mis hombros, mis pechos, mi cintura.
Te siento cada vez más cerca de mi ingle... te acercas más y más. La impaciencia se confunde con la excitación o la aumenta, la verdad ya no lo tengo tan claro.
Solo se que cada milímetro que te siento más cerca de mi intimidad me hace explotar de deseo.
Comentarios
Publicar un comentario
Déjame tu comentario