Olor a Café
Al llegar a la oficina desde la entrada se podía percibir el delicioso aroma da los granos de café quemados. Ese día había llegado temprano y decido prepararme mi taza de café con leche y un toque de vainilla. Era mi ritual de las mañanas, pero sola, esos extraños días en que lograba llegar antes de todos y tranquilamente prepararlo. Entre las notas del aroma del café puedo percibir un perfume familiar que me hace girar la cabeza para confirmar que eres tú. Me sonríes y me pides si puedo prepararte un café, a lo que asiento. “En cuanto termine el mío te lo preparo “Que buen aroma, ¿Me preparas uno?” Escucho tras de mí, eras tú, reconozco tu voz donde sea. Embebida en mi proceso matutino demoré la respuesta y tu mano va a mi hombro: “Por favor, te quedan tan buenos” me insistes. “Claro, debes esperar unos minutos, esto ya sabes toma tiempo, bueno, todo lo que vale la pena toma tiempo ¿No?” Respondí con una pizca de malicia y me respondiste con na leve sonrisa. De pront...