Si, fue su mirada...
Si, fue su mirada. Siempre creí ser hetero, pero el día en que entraron a mi oficina esos ojos a saludar sabía que estaba perdida. Si, siempre son los ojos. Entró con una energía muy chispeante, a presentarse y yo estaba inmersa en los miles de informes que debía presentar, pero por cortesía levanté la mirada para saludarla y presentarme también, pero quedé muda. Mi rostro se sentía hirviendo en llamas, mis mejillas estaban absolutamente rojas, mi cuerpo no era indiferente a semejante belleza. Ella poseía esa belleza que crees es solamente posible de lograr con un filtro de alguna de las redes sociales, jamás mis ojos habían presenciado semejante belleza, me dejó sin habla. Me saludó y me dijo: “Hola soy Lauren, pero me puedes decir Laura si te es más fácil” me dijo con un guiño y una sonrisa. Yo aun muda. Solo era capaz de sonreírle sin poder apagar el rojo de mis mejillas. Sonrió y me preguntó cuál era mi nombre. Mi sistema nervioso no sabía que estaba pasando, sólo p...